En la actualidad, se está poniendo el foco sobre el cruce de la religión con la diversidad sexual. Es este cruce el que pone en juego cuestiones como la protección de las libertades minoritárias y la relación de lo que es público y privado.
Los derechos de las minorías han tenido dificultades para ser incorporados en la sociedad. Esto, debido a que traen contradicciones y dudas para las mayorías sociales pueden generar inquietudes entre quienes nunca se han cuestionado respecto de la vida de estas personas.
Uno de los ámbitos en el que los derechos de las diversidades sexuales han presentado mayores problemas es el religioso. Tanto para las personas LGBTIQ+ pertenecientes a las comunidades religiosas como, además, para personas religiosas que pueden ver en esta diversidad cierta amenaza al status quo que conocen.
Diálogo entre diversidad sexual y religión
A pesar de lo anterior, lo cierto es que existen diversos diálogos interreligiosos que acogen a la diversidad sexual y de género como un tema que necesita tratamiento. Así es donde la dificultad del tema pasa a hacerse explícita en conversaciones reales en las que aparecen testimonios de vivencias e incomodidades propias, tanto de personas LGBTIQ+ como de personas religiosas.
Algo que podemos destacar es que existe cierta literatura confesional en diversas confesiones que está orientada a la reconciliación de la doctrina religiosa con la homosexualidad. También, se observa una relectura de las convenciones tradicionales en un contexto emergente de la diversidad sexual contemporánea que va acompañada de derechos concretos para las minorías, a través de políticas de Estado.
Hoy en día, aparece como algo cada vez más urgente la necesidad de profundizar el pluralismo, debido a que estamos viendo una intersección entre diversidad sexual y religiosidad que se empieza a mostrar como incompatibilidad esencial o que no tiene sentido, de la mano del avance de los discursos de extrema derecha que se expanden en el mundo y que empiezan a negar, cada vez con más legitimidad política, los derechos de las minorías.
Diversidad sexual y diversidad religiosa: unidas en la persecución
Algo que es interesante destacar para poner el foco sobre cómo se unen diversidad sexual y religión es indagando en la historia de persecuciones que las minorías de ambos sectores han sufrido a lo largo del tiempo. Si bien es un tema que suele ser ignorado, lo cierto es que las primeras legislaciones que buscaron sancionar prácticas concretas que hoy se relacionan con el sexo entre personas del mismo género coinciden, no casualmente, con la persecución del paganismo y, además, con la consolidación del cristianismo romano como religión mayoritaria y de Estado en países como España, otros territorios de Europa y de América.
A partir del siglo XI, con las Cruzadas, se extiende por Europa una idea de asimilar la diversidad religiosa con prácticas sexuales “atípicas”, muchas veces también tachadas de “inmorales”. Un ejemplo se puede ver en la asimilación del Islam con la sodomía. Es decir, concepciones sobre las minorías religiosas y la sexualidad que se utilizaron como excusa para incrementar la persecución y que se extendieron a lo largo de Europa en el momento mencionado.
Otro caso que es importante destacar tiene que ver con la propaganda profundamente antisemita que se vio entre los siglos XII y XVI, que presentaba a los varones judíos como sodomitas habituales. Muchos de estos discursos volvieron a tener lugar durante el nazismo.
Así, puede observarse cómo las minorías y diversidades, tanto religiosas como de género y sexo han sido perseguidas y -muchas veces- relacionadas discursivamente a lo largo de la historia. Por lo que, se espera consolidar un camino de tolerancia que permita echar por tierra los discursos intolerantes y promover un acercamiento entre la Iglesia y las diversidades sexuales que permita impulsar el respeto por los derechos humanos fundamentales.