Desde la asunción del nuevo gobierno italiano, este ha ido imponiendo nuevas medidas contra las personas LGTBIQ+, en particular las familias. Uno de los puntos que ha generado más críticas a lo largo del último tiempo es la limitación de las opciones para que estas puedan adoptar. Muchas parejas del mismo sexo italianas señalan que la nueva ley busca prohibir la gestación por subrogación fuera del país, lo que representa un ataque personal contra ellas.
El caso de Claudio y Davide
En una entrevista con BBC, se toma el caso de Claudio y Davide (aunque estos no son sus nombres reales). Se trata de una pareja que está esperando a su bebé que fue gestado en el vientre de una mujer que vive fuera de Italia. Es lo que se conoce como gestación por subrogación y que está prohibida, tanto en Italia como en otros países de Europa. Esto lleva a que muchas parejas viajen a los países donde es legal y completen el proceso allí, trayendo luego al bebé nacido de regreso con ellos.
Sin embargo, el Senado italiano busca aprobar una ley que convertirá a esta subrogación en un “crimen universal” que sea punible incluso cuando se realiza fuera del país. La propuesta incluye multas cercanas a los US$900 mil y hasta dos años de prisión. Esto condujo a temor en las parejas, que empiezan a pensar la alternativa de huir de su país y buscar asilo político en otros territorios que sean más amigables con la comunidad LGTBIQ+.
El veto al reglamento de la Comisión Europea a las personas LGTBIQ+ en Italia
La comunidad LGTBIQ+ italiana acusa al recientemente asumido gobierno de Giorgia Meloni de pisotear los derechos parentales de las parejas del mismo sexo. Consideran como ejemplo de esto a lo que sucedió hace pocas semanas, cuando el Senado votó en contra de un reglamento de la Comisión Europea para el reconocimiento transfronterizo de los padres del mismo seco. Así, Italia se niega a transponer el reglamento, sumándose al grupo de países de Visegrado, como son Hungría, República Checa, Polonia y Eslovaquia.
La noticia ha generado gran indignación en la comunidad LGTBIQ+ italiana, que ha renunciado ya en repetidas ocasiones al gobierno de Meloni por discriminación. Entre esto, incluyen denuncias contra propaganda oficial contra las personas LGTBIQ+, como así también el endurecimiento de las normas relacionadas con la paternidad homoparental.
Algo que sostienen es que el veto es falso, debido a que la propuesta europea no significaría cambiar la prohibición actual, a la vez que no obligaría a reconocer a los padres italianos del mismo sexo que hayan recurrido a la gestación subrogada en países extranjeros. Por el contrario, es una propuesta que solamente afectaría a los padres ya reconocidos en su país de orígen, pero ni siquiera eso es obligatorio hoy.
Una madre y un padre
El colectivo LGTBIQ+ en Italia considera que, en realidad, se trata de una lucha personal del gobierno de Meloni contra las personas homosexuales. En septiembre, Meloni reiteró en una entrevista que su convicción es que un niño merece solamente “lo mejor” y que eso es “una madre y un padre”. Además, la ministra de Familia e Igualdad de Oportunidades, Eugenia Roccella, ha repetido también esta idea en la televisión, siendo frecuente que se den estos debates sobre las familias LGTBIQ+ pero sin participación de activistas o parejas pertenecientes al colectivo.
Si las prácticas de adopción ya eran difíciles en Italia para parejas homosexuales y heterosexuales, no parece ser una prioridad -sino todo lo contrario- una ley que facilite las adopciones de padres o madres del mismo sexo. Por su parte, las adopciones estándar siguen estando prohibidas para estas parejas.