Históricamente, la institución familiar ocupa un rol clave en el aprendizaje y en la construcción de valores entre sus miembros. Por eso, tiene una importante función pedagógica. Es un punto de referencia y, en gran medida, el espejo en que los hijos e hijas esperan encontrar los principios y las pautas a través de los cuales juzgar el mundo, desarrollar ideas y tomar decisiones.
Por todo esto, la familia cumple un soporte vital para el individuo adolescente en su proceso de construcción de la autonomía personal. Así, en el caso de los adolescentes con orientación homosexual o los adolescentes trans, la familia como figura de apego adquiere un color diferente, motivado en particular por la idiosincrasia ligada a los procesos identitarios.
Es en el sentido de lo anterior, que las ideas de padres y madres en torno a la educación de los hijos y la apertura que estos tengan respecto de las orientaciones sexuales e identidades de género diferentes puede tener un impacto sustancial en el ámbito familiar y de contención que se genere en el hogar y la forma en que los niños y adolescentes enfrenten su desarrollo personal.
Principales desafíos de las personas LGTBIQ en la familia
Considerando lo mencionado con anterioridad, lo cierto es que las personas LGTBIQ continúan enfrentando grandes desafíos en sus entornos familiares por su identidad de género y su orientación sexual. De acuerdo a las estadísticas, son muchas las personas LGTBIQ que todavía enfrentan discriminación y rechazo en sus hogares en caso de salir de la cis-heterosexualidad.
Uno de estos desafíos tiene que ver con la falta de comprensión y de educación en las familias en materia de diversidad sexual y de género. Esto lleva a que muchos padres y familiares tengan ideas preconcebidas sobre lo que significa ser LGTBIQ, dejándose guiar por mitos y estereotipos que son dañinos. Cuando esto pasa, se puede estar conduciendo a un rechazo de la identidad de género u orientación sexual, generando situaciones dolorosas y traumáticas. Junto con esto, los miembros de las familias pueden tener preocupaciones respecto de su reputación, debido a que entienden que esos estereotipos están extendidos y otras personas pueden marginalizar al resto de la familia.
Por otra parte, otro desafío al que debemos hacer referencia es la falta de apoyo emocional y de recursos por parte de la familia. Esto, debido a que las personas LGTBIQ, especialmente en la infancia y la adolescencia, pueden necesitar apoyo para lidiar con los desafíos que enfrentan normalmente en otros ámbitos de socialización. Además, pueden requerir información sobre salud sexual y derechos legales, por lo que la falta de dicha contención puede tener repercusiones negativas para el buen desarrollo de las personas.
Claves para el desarrollo en diversidad en el ámbito familiar
Distintas organizaciones y asociaciones vinculadas a la promoción de derechos de las personas LGTBIQ ponen énfasis en la importancia de brindar información y formación en materia de diversidad para erradicar mitos o ideas perjudiciales en el entorno familiar. Ello, bajo la comprensión de que son dichas ideas las que construyen entornos negativos para los niños y adolescentes LGTBIQ. En este sentido, algunas recomendaciones que se dan son las siguientes:
- Desmitificar que existan diagnósticos negativos de salud o salud mental en jóvenes LGTBIQ.
- Entender que la identidad de género y la orientación sexual no pueden ni deben reformarse.
- Comprender que no hay “culpables” por la identidad de género o la orientación sexual de un joven.
- Escuchar a los niños y adolescentes y comprender que no son fases.
- Acudir a organizaciones LGTBIQ para buscar información y comprender cómo acompañar a estos niños y adolescentes.
Conclusión
La falta de comprensión y de apoyo es algo que las infancias y adolescencias LGTBIQ enfrentan a menudo. En algunos casos más dañinos, esto lleva a la discriminación y la expulsión dentro del propio ámbito familiar.
En este sentido, el conjunto de la sociedad y las instituciones educativas y de salud tienen un rol fundamental en la promoción de la educación y el entendimiento de la diversidad. Las políticas públicas, además, deben orientarse a promover la igualdad de derechos de las personas LGTBIQ para que el ámbito familiar sea un espacio seguro y de contención.