Recientemente, Hungría se convertía en noticia por algo que ha sido calificado, por lo menos, como vergonzoso y denigrante. Pocos días atrás, el pueblo húngaro salía a manifestarse a las calles en ocasión de la marcha anual del Orgullo de Budapest en apoyo a las personas LGBTIQ y, además, en protesta de la ley que ha sido aprobada y que limita la enseñanza sobre homosexualidad y cuestiones transgénero en las escuelas y espacios educativos.
Una ley contra las personas LGBTI
El 15 de junio del corriente año, el Parlamento de Hungría aprobó una ley anti LGBTI. Es una modificación de una ley previa del año 1997 de protección a la infancia. Aprobada en el marco del mandato de Viktor Orbán, la ley señala que:
“Para garantizar los derechos del niño, se prohíben contenidos pornográficos (…) y aquellos que impliquen cualquier desviación de la identidad sexual de la persona nacida, de la reasignación de sexo y de la homosexualidad”.
En otros términos, esta nueva ley no permite que se hable de diversidad sexual y de género en los centros educativos. En otros términos, no se permite que se hable de estos temas a personas que tengan menos de 18 años. Esto se debe a que los redactores de la ley consideran que es una forma de promover la homosexualidad y la disidencia en caso de personas trans.
En relación con esto, The Guardian publicaba, recientemente, las declaraciones de un portavoz del gobierno húngaro en la que se sostiene su postura:
“Hay contenidos que los niños menores de cierta edad pueden malinterpretar y que pueden tener un efecto perjudicial en su desarrollo a esa edad, o que los niños simplemente no pueden procesar, y que por lo tanto podrían confundir sus valores morales en desarrollo o su imagen de sí mismos o del mundo”.
El jurista Pablo Capel, explicó al medio Newtral que:
“La norma compagina prohibiciones de difusión iconográfica o simbólica que tengan relación con el colectivo LGTBI con preceptos que aspiran a impedir la pornografía infantil, la pederastia o el maltrato a menores, por lo que de forma indirecta, se vincula a este colectivo con la comisión de tales prácticas ilícitas”.
Contexto de la ley
Para entender el contexto en que se da la aprobación de esta ley, debemos remitirnos al momento en que Hungría aprueba un proyecto de Ley de Protección frente a la pandemia del coronavirus. Este, amplía las competencias del gobierno para gobernar a través de decreto, eximiéndose así del control parlamentario.
En el mes de septiembre, la Comisión Europea publicaba su primer informe sobre el Estado de Derecho en este país, donde se señalaban grandes motivos de preocupación. Esto fue sostenido también por Amnistía Internacional, donde se señala que, en el mes de mayo de 2020, el Parlamento húngaro había prohibido el reconocimiento legal de la identidad de género en personas transgénero e intersexuales. Lo que establecía con esto fue la obligación de registrar el sexo de nacimiento basándose en marcadores biológicos y cromosomas, sin permitir cambios posteriores. Así, se generó una imposibilidad para estas personas de modificar su sexo legal en documentos oficiales.
Por otro lado, en diciembre de 2020, el Parlamento aprobaba una ley que negaba los derechos de adopción a las personas LGBTI. Se generó una reforma en la Constitución que especificó que el padre era una persona de sexo masculino y la madre una de sexo femenino. Junto con esto, debemos recordar que Hungría es uno de los seis estados que no ha ratificado todavía el Convenio de Estambul.
Hungría y el caso Polonia
El caso de Hungría despierta grandes preocupaciones en los sectores de derechos humanos y LGBTI. De todos modos, no debe pensarse como un caso aislado. Polonia también había tenido una propuesta en este sentido, que fue conocida como Stop Pedophilia. Se trató de un proyecto legislativo que, si bien no ha sido aprobado todavía, contempla tres años de cárcel para quienes promuevan contenidos sexuales en las aulas de las escuelas y centros educativos. Ello, bajo la exclusa de proteger a los menores frente a la pedofilia. Lo que esta propuesta genera es que se criminalice la educación sexual.
Conclusiones
La Comisión Europea ha iniciado diversas acciones legales contra el gobierno de Viktor Orbán por esta nueva ley. Ello, alegando que es discriminatoria y que contraviene los valores europeos basados en libertad individual y tolerancia. La oposición a la ley se vio también fuertemente en las calles de mano de los manifestantes que salieron de cara al Orgullo en Budapest, considerando que la ley es un atropello para los derechos de las personas.