En el contexto actual, sin la posibilidad de realizar movilizaciones masivas, continuar la lucha por los derechos de las personas LGBTI+ es fundamental. La pandemia ha dado cuenta de muchas desigualdades estructurales en las que es importante continuar enfocándose. Un año después del 50 aniversario de las revueltas de Stonewall, la lucha encuentra a los colectivos LGBTI más unidos que nunca.
¿Qué fueron las revueltas de Stonewall?
Lo que se conoció como revueltas de Stonewall fue una serie de manifestaciones espontáneas contra una redada policial que ocurrió en la madrugada del día 28 de junio de 1969, hace casi 51 años atrás. Estas se desarrollaron en un famoso pub de Estados Unidos llamado Stonewall Inn, ubicado en el barrio neoyorquino de Greenwich Village.
Ese 28 de junio de 1969 parecía otro día más normal para quienes eran entonces considerados como parias de la sexualidad. Debido a que eran pocos los espacios en los que era permitida la presencia de personas homosexuales y drag queens, Stonewall Inn era conocido como uno de esos pocos bares semiclandestinos en los que la sociabilidad de personas gays (nombre con el que se englobaba a las preferencias sexuales e identidades disidentes en ese entonces) era permitida. No obstante, pese a estar permitida esta presencia, no eran sitios libres de los ataques y los abusos policiales.
Esa noche del 28 de junio, la policía llevó adelante una de sus famosas razzias que eran, supuestamente, en contra de los disturbios. No obstante, las personas que se encontraban en el interior de ese bar ese mismo día decidieron que era suficiente de los abusos policiales y comenzaron a rebelarse frente a las fuerzas de seguridad estadounidenses. En poco tiempo, muchas personas comenzaron a levantarse con rapidez contra el maltrato policial, lo que llevó a que muchas personas se solidaricen con ese movimiento.
Posteriormente a esta noche, personas LGBTI comenzaron a organizarse para concentrar esfuerzos en grupos, a fin de poder manifestarse por la liberación de su orientación sexual y contra el miedo a la represión y a los arrestos de homofobia. Solamente seis meses después se habían ya generado dos organizaciones de activistas gays en la ciudad de Nueva York. Se fundaron también tres periódicos que buscaban promover la visibilidad y los derechos de las personas.
Solamente un año después de las revueltas, tuvo lugar la primera marcha del orgullo gay en la ciudad de Nueva York, con una importante réplica en la ciudad de Los Ángeles. Se trató de una primera marcha para conmemorar los disturbios de Stonewall de un año antes, que instalaría una modalidad de marchas del orgullo gay que se iría siguiendo alrededor del mundo.
Una revuelta que generó un nuevo movimiento
La herencia de las revueltas de Stonewall se pueden reconocer en la actualidad y han llevado a las características de nuestro presente. Hoy en día, esta herencia se puede observar en la invocación a un nuevo sujeto político con gran capacidad de subjetivación, encontrándose nuevas denominaciones con objetivos de visualizar las distintas orientaciones sexuales que antes se englobaban en “hay” u homosexual, desconociendo las particularidades de cada una y las distintas violencias que se ofrecen sobre ellas.
Otra de las herencias palpables de las revueltas de Stonewall tiene que ver con un nuevo repertorio de protestas orientadas a la descriminalización y también a la despatologización de la homosexualidad. Este movimiento ha logrado que se retire a la homosexualidad de la lista de enfermedades hace tiempo, logrando un mayor ejercicio en libertad de la sexualidad.
Finalmente, podemos encontrar un efecto de estas revueltas en una identificación cada vez mayor del factor opresivo, dando cuenta de la lógica patriarcal predominante, del sexismo, de la heterosexualidad como orientación dominante y aceptada y de la represión capitalista sobre el ámbito del deseo, que genera distintas limitaciones sociales sobre quienes escapan a los modos considerados válidos. Hoy en día, se han logrado importantes avances en este sentido, aunque todavía queda mucho por hacer.
El caso de Sylvia Rivera
Sylvia Rivera fue quien inauguró la World Pride 2000, muy poco tiempo antes de su muerte. Este acto es considerado también para el movimiento LGBTI como un punto de inflexión que permite dar cuenta de un antes y un después en lo que respecta al orgullo gay posterior a Stonewall. Además, con más de medio millón de personas presentes, Sylvia se dirigió en dicha oportunidad a sus “hijos”, buscando generar un legado en términos del parentesco, que sería recordado hasta el día de hoy como uno de los acontecimientos simbólicos más importantes del movimiento.
Un orgullo diferente, pero siempre activo
En este 2020, 51 años de las revueltas de Stonewall y un año después de un aniversario tan importante y masivo como el de los 50 años de este momento histórico, el Orgullo Gay pilla a la sociedad atravesando un difícil momento que condiciona los modos de manifestarse que solemos conocer. No obstante, el Orgullo no se detiene y las situaciones de violencia que la pandemia ha visibilizado se tienen más presentes que nunca.
Por eso, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), que forma parte del Comité Organizador del Orgullo Estatal junto con COGAM, la Asociación de Empresas y Profesionales para el colectivo LGTBI y el Colectivo LGTB+ de Madrid, ha anunciado que la marcha del Orgullo Gay 2020 se llevará a cabo de manera virtual. Esta se desarrollará entre el 1 y el 5 de julio, que son las fechas que se tenían previstas para la manifestación presencial antes de que comenzara la crisis por el COVID-19. Además, el 28 de junio, al celebrarse 51 años de las revueltas de Stonewall, se llevarán actividades y acciones online para generar conciencia con respecto a las situaciones que atraviesa todavía el colectivo.
En la actualidad, el Orgullo Estatal busca generar un homenaje dirigido a toda la ciudadanía, trasladando un mensaje global de visibilidad, de apoyo y de esperanza a todas las personas que forman parte de este colectivo y que se están viendo especialmente afectadas por la situación mundial. Nuevamente, el colectivo LGBTI es una de las mayores víctimas de una situación que permite dar cuenta de las desigualdades y violencias estructurales, físicas y simbólicas que se desarrollan sobre sus miembros.
Luego del evento histórico que tuvo lugar en Madrid en 2019 al celebrarse los 50 años de las revueltas, todos los ojos estarán puestos sobre lo que suceda este año. Se espera que la participación social en el evento del Orgullo Gay de Madrid 2020 sea masiva pese a la virtualidad necesaria por la pandemia del coronavirus. Los colectivos que concentran a la comunidad LGBTI de Madrid se mantienen más firmes que nunca y unidos en la lucha por sus derechos y su visibilidad.