Desde la infancia, los niños están expuestos a distintos personajes en los que sentirse representados. Personajes que dan cuenta de formas posibles de ser, de vivir y de vincularse. En este sentido, las personas cis y heterosexuales han tenido diferentes modelos de identidades similares sobre los que poder basarse y construir parte de su identidad y sobre los que observar posibilidades para su vida. Lo mismo no sucede con las personas del colectivo LGTBI.
¿Por qué es importante generar personajes LGTBI?
Teniendo en cuenta lo mencionado con anterioridad, podemos decir que los contenidos que consumimos desde la infancia tienden a generar un mundo simbólico para todas las personas. Este mundo simbólico, si bien se construye a partir de distintos aspectos como la familia, el entorno social, el lugar de crecimiento, la educación, entre otras cosas, también se relaciona con los consumos culturales que las personas tenemos.
En este sentido, el consumo constante de personajes que son, casi todo el tiempo, personas cis y heterosexuales y que construyen vínculos con otros personajes cis y heterosexuales reducen la posibilidad que los niños y adolescentes de la comunidad LGTBI tienen de verse reflejados en lo que están consumiendo. Esto no sólo reduce sus posibilidades de saberse “normales” y posibles dentro de las diferentes formas de la existencia, sino que reduce sus posibilidades de verse reflejados y parte de aquellos vínculos que están viendo.
Si una persona LGTBI crece viendo que las personas que se enamoran y viven felices son varones cis con mujeres cis; si crece viendo que los vínculos posibles son heterosexuales; si crece observando que los grupos de amigos son de personas cis heterosexuales y si crece viendo que quienes tienen éxito en su vida son personas con esas mismas características que se repiten en todos los casos, puede sentir que la vida en sociedad, el amor, la amistad y el éxito son para personas que no tienen sus mismas características.
¿Es necesario que el protagonista sea gay o trans?
La respuesta es sí. Incluso en los sectores que empiezan a mostrarse más “abiertos” respecto de otras existencias, es común que surja la pregunta “¿Pero es necesario que el protagonista sea gay?”, “¿Pero es necesario que haya un beso entre mujeres?”. Sin lugar a dudas, el caso de la nueva película Lightyear ha despertado nuevamente estos debates tras las múltiples quejas que se han levantado alrededor de un beso homosexual en su contenido.
La generación de protagonistas LGTBI no solamente responde a la necesidad de formar representaciones, sino también de indicar que todas las personas, independientemente de su identidad de género y su orientación sexual, son capaces de ser protagonistas de historias de amor, amistad, éxito y desarrollo personal. Son capaces de estar frente a la cámara y ser los líderes de las historias que se cuentan, como históricamente lo han sido las personas heterosexuales.
Nuevas representaciones LGTBI
Pese a lo dicho más arriba, lo cierto es que desde hace décadas se han hecho contenidos audiovisuales con apariciones de personajes gays y trans. Si bien estos contenidos siguen siendo pocos, han ido apareciendo y han ido creciendo considerablemente a lo largo de los últimos años.
No obstante, uno de los problemas que aparece en estos contenidos es el mensaje que se construye. Por eso, si bien es necesario utilizar la herramienta que el contenido audiovisual representa para dar a conocer problemáticas y necesidades del colectivo LGTBI, lo cierto es que si todos los contenidos donde estos personajes aparecen se relacionan necesariamente con bullying, con VIH/Sida, con familias que rechazan, se puede estar también construyendo la idea de que la existencia posible para estas personas está necesariamente vinculada a estas cuestiones.
Por eso, es fundamental la generación de contenidos donde las personas LGTBI aparezcan, donde puedan ser protagonistas y donde, además, puedan ser sacadas de los contextos de vulneración de derechos a los que suelen asociarse sus vidas y puedan ser puestas en otras historias; historias donde se reivindique su derecho a existir y a vivir las mismas experiencias que las personas cis y heterosexuales. Esto permitirá que los niños y adolescentes LGTBI se vean en las pantallas y puedan saber que su vida y su existencia está bien.