Se acerca el Día del Padre y desde el movimiento LGBTIQ se apunta a construir un contexto donde las fechas de celebraciones familiares sean inclusivas y dejen de reproducir violencias hacia las parejas homosexuales. En este sentido, ya desde hace unos años, el Observatorio Español contra la LGBTfobia ha recomendado que los centros educativos puedan cambiar la celebración del Día del Padre y del Día de la Madre por el Día Internacional de las Familias, para generar una festividad más inclusiva.
Las familias de la actualidad
Pese a que se tiende a pensar que las parejas por fuera de la norma son una minoría, los datos dan cuenta de lo contrario. Según la Encuesta Continua de Hogares del año 2016, llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de España, dio cuenta de que existen 6.228.800 familias tradicionales con uno o más hijos. Pero, además, existen 1.964.900 familias monoparentales y 1.114.800 de otras composiciones familiares. También se ha dado cuenta de la existencia de unas 95.300 parejas homosexuales, donde el 69,5% se conforma por dos hombres.
En este sentido, el Observatorio StopLGBTfobia sostiene que:
“También en los últimos años la composición multiétnica y multinacional de familias que han emigrado procedentes de otros países a España tiene su correlación en las aulas de nuestros centros educativos, donde en muchos de ellos es notable esa diversidad multiétnica y multinacionalidad de las familias de procedencia. Algo en lo que no se piensa es que la celebración del Día del Padre y del Día de la Madre, cambia de país a país, y no coincide obviamente con nuestras fechas, por lo que para muchos niños es muy contradictorio y confuso la celebración oficial de estos días en los centros educativos y la celebración en sus propios hogares y familias (…)
Por todo ello, desde el Observatorio contra la LGBTfobia hacemos un llamamiento a los centros educativos y las AMPAS, para la celebración de un único día, el Día Internacional de las Familias, que se conmemora a nivel internacional el 15 de Mayo, y que coincide en todos los países. De esta forma todos los niños sin exclusión podrían celebrar con su familia sin importar la composición de ésta, evitando discriminación y bullying, y conmemorando la diversidad familiar de nuestra sociedad”.
Los centros educativos y la discriminación
Respecto de la importancia de que se cambie el Día del Padre y el Día de la Madre en los centros educativos, esto responde a que, todos los años, es tradicional que dentro de la programación pedagógica, los niños comiencen a preparar manualidades y dibujos que buscan ser obsequios para sus padres y sus madres. No obstante, se considera que, todavía, son pocas las personas que en realidad consideran a todos aquellos niños que no tienen un padre o una madre o que tienen dos padres o dos madres. Pero, además, se pone especial énfasis en considerar la discriminación y el bullying que encontrarse ante estas actividades puede representar para dichos niños.
Al respecto de ello, el Observatorio contra la LGBTfobia explica que:
“Desde el Observatorio contra la LGBTfobia estamos preocupados por las situaciones involuntarias de discriminación que se producen actualmente en los centros educativos cuando conmemoran el Día del Padre o el Día de la Madre, al olvidar que las familias en la sociedad española son cada vez más diversas. Por ello, la celebración de unos días pensadas exclusivamente en la familia tradicional de padre y madre, hace que las familias monoparentales, además de las familias homoparentales sean ignoradas completamente, además de otros tipos de familias cuando falta uno o los dos padres y los niños son cuidados por abuelos u otros familiares, o por ejemplo cuando hablamos de familias de acogida”.
Conclusiones
Además de las violencias que hoy en día todavía implica vivir por fuera de las normas del hétero-cis-patriarcado, se busca generar conciencia respecto de las violencias que estas prácticas tradicionales pueden generar sobre los niños. Por eso, se considera fundamental adoptar otras formas y modificar las celebraciones tradicionales y conmemorativas para dar lugar a otras nuevas que sean mucho más inclusivas, donde se pueda tener a todas las personas adentro, incluyendo a aquellas que maternan o paternan por fuera de la norma.