La pandemia de coronavirus ha golpeado a prácticamente todos los sectores. No obstante, ha visibilizado y profundizado las situaciones de desigualdad, violencia y discriminación, como así también otros tipos de violaciones de derechos humanos en contra del colectivo LGTBI. Esta situación se da en distintas partes del mundo. Las desigualdades sociales enfatizadas en emergencia sanitaria aumentan en lo que al colectivo LGTBI refiere.
Violencia y homofobia
En distintas partes del mundo, desde comienzos de la pandemia, distintos líderes religiosos y políticos han buscado responsabilizar al colectivo LGTBI del surgimiento del virus. En países como Turquía e Israel, líderes religiosos de gran relevancia han asegurado que el COVID-19 es en realidad un castigo divino por la existencia de la homosexualidad, sosteniendo que las personas del colectivo tienen mayores posibilidades de contagiarse.
En Corea del Sur, un rebrote de coronavirus que pareciera haberse dado en una zona de locales LGTBI, desarrolló un brote aún mayor de homofobia. Aumentaron considerablemente las amenazas hacia personas del colectivo en Internet y la redes sociales. Esto dificultó la posibilidad de que el sistema de salud localizara a las personas contagiadas y tomase medidas para reducir el contagio. En territorios como Uganda o Filipinas, se toleró el tratamiento violento contra personas del colectivo LGTBI con la excusa de incumplimiento de las medidas de cuarentena.
Personas trans
En distintos países, las medidas para el control de la pandemia han dejado de lado la realidad de las personas trans. En países como Colombia, Perú o Panamá, se establecieron paseos en días diferentes para hombres y para mujeres, reduciendo las identidades en términos binarios y discriminatorios. Las personas trans se vieron en estos casos obligadas a salir según el género indicado en su documento, lo que expuso a muchas a discriminación, multas y también violencia. Ello, especialmente en los casos de personas que no cuentan con un documento que dé cuenta de su identidad autopercibida. Por otro lado, en países como Estados Unidos, Australia o la India, los tratamientos de personas trans se han paralizado como consecuencia de las restricciones a la atención médica.
En Argentina, organizaciones sociales dan cuenta de que la población de mujeres trans es la más afectada por la pandemia. Esto se debe a que es muy alta la cantidad de mujeres trans en Buenos Aires que aún trabaja en la prostitución y que se encuentra actualmente sin ingresos, lo que provoca que no estén pudiendo satisfacer sus necesidades básicas. El país sudamericano ha debido reforzar la asistencia alimentaria para la población travesti y trans mediante la incorporación a programas sociales.
Personas trans en España
En países como España, la reforma de la Ley 3/2007 del 15 de marzo sobre personas transgénero que regula la rectificación registral de la mención relativa al sexo se encuentra también pausada como consecuencia de la pandemia del coronavirus. En este sentido, Amnistía Internacional se ha manifestado para recordar que adoptar medidas para que las personas trans puedan adecuar la realidad legal a su identidad es imprescindible aún en tiempos de crisis.
Lo que consideran desde Amnistía Internacional es que la ley debe suprimir las restricciones arbitrarias en lo que respecta a la edad necesaria para el reconocimiento legal de la identidad de género. Esto, evaluándose cada caso en forma particular. Se debe tener en cuenta la opinión expresada por la persona menor sobre su identidad entendiéndola como un interés superior.