Para lograr la ampliación de derechos y combatir la vulneración de los mismos en los distintos países alrededor del mundo, la comunidad LGTBIQ+ necesita también del apoyo de los aliados. Es decir, personas que no pertenecen a la comunidad, pero que sí la apoyan y que consideran que estas personas deben tener sus mismos derechos y beneficios.
Sin embargo, son muchas las personas que, pese a tener estas ideas, no saben por dónde comenzar o no se atreven a acercarse. Por eso, en esta ocasión, queremos darte una guía de cómo apoyar a la comunidad y convertirte en un gran aliado LGTBIQ+.
Consejos para ser un aliado LGTBIQ+
Educarte
Lo primero que te recomendamos hacer es educarte, para que puedas conocer un poco más sobre la historia de la comunidad LGTBIQ+, pero también para que puedas cuestionar tus propios privilegios y darte cuenta de la diferencia que existe en este sentido.
Lo que puedes hacer es intentar escuchar y aprender de experiencias e historias de personas LGTBIQ+. Esta es una forma excelente de entender los temas que afectan la vida de tus conocidos y seres queridos.
Es muy importante entender que no es responsabilidad de las personas LGTBIQ+ educar al resto. Y pedírselos sería exigir mucho para una población que ya tiene mucho contra lo que pelear. Por eso, aprovechar los múltiples recursos disponibles en la actualidad como son los libros, los blogs, los videos, las conferencias y entrevistas, entre otras cosas.
Preguntar
A la hora de vincularse, para mostrar el máximo respeto, es importante preguntar y evitar asumir. Hay que entender que no se puede saber la identidad de género o la orientación sexual de una persona solamente al verla o basándose en aspectos estéticos o físicos. Por eso, es importante no asumir y siempre preguntar a la persona cómo desea ser nombrada. Esto puede aplicarse con todas las personas que se conocen en la vida diaria, logrando acostumbrarse a no dar nada por sentado.
Nunca exponer
Cada persona LGTBIQ+ es un mundo y cada quien tiene su forma y su preferencia a la hora de dar a conocer su identidad de género o su orientación sexual. Un error que se suele cometer cuando se quiere ser aliado LGTBIQ+ es el de querer demostrar en exceso que se está a favor de las personas LGTBIQ+, manifestándolo externamente cuando la persona en cuestión no lo ha pedido ni habilitado.
Ninguna persona tiene derecho a dar a conocer la orientación sexual o identidad de género de otra. Por eso, ser compañero o aliado no es una excusa para hablar por otro y exponerlo sin su consentimiento o quitándole el derecho a expresarse por su propia cuenta.
Intervenir
Por último, uno de los problemas que aparece con frecuencia en la comunidad LGTBIQ+ tiene que ver con la necesidad de luchar en soledad contra el maltrato, el bullying y otras formas de violencia, con la dificultad que esto suele implicar. Por eso, es muy importante empezar a intervenir en estos casos, demostrando a las personas que vulneran derechos que su conducta no es admisible y que las personas afectadas no son las únicas que pueden dar cuenta de ello.
Un ejemplo interesante para ello es el del colegio. S se observa bullying en las aulas, es muy importante que tanto los compañeros como los profesores y las autoridades puedan intervenir y demostrar que esas conductas no son admitidas y que las personas LGTBIQ+ deben poder transitar estos espacios de una forma libre de violencia.
Otro ejemplo interesante es el del grupo de amigos. ¿Juegas al fútbol y tu grupo de WhatsApp del equipo se burla de personas trans o hacen comentarios homofóbicos? No lo permitas. Atreverse a frenar estas situaciones, incluso en nuestros círculos cotidianos e íntimos, es una excelente forma de contribuir al cambio y a generar una sociedad mucho más tolerante y donde todas las personas puedan vivir en libertad.