Con un total de 187 votos a favor y 157 en contra, el 30 de junio del año 2005 se aprobaba en el Congreso español la Ley de matrimonio igualitario de España. De esa manera, la cámara lograba levantar el veto que el Partido Popular había forzado que se diera en el Senado. Solamente unos días luego de esa fecha, dos hombres de Madrid lograron convertirse en la primera pareja homosexual en contraer matrimonio de forma legal.
Los pasos que llevaron a la aprobación del matrimonio igualitario en España
Fueron distintos cambios los que se necesitaron con el paso del tiempo para lograr el matrimonio igualitario en España. El primero de ellos tuvo que ver con la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en el año 2000 para el congreso del PSOE que lo nombró como secretario general. Trinidad Jiménez ejerció prácticamente como su madrina política, ofreciendo a Zerolo ir en su lista para el Ayuntamiento de Madrid en el año 2003. De esta manera fue que se logró el salto desde el activismo en las calles a la política formal. Zerolo tuvo una fuerte participación en la campaña, convenciendo a Zapatero de la necesidad de una ley de matrimonio igualitario. Para parejas del mismo sexo.
Un segundo paso interesante ocurrió en el mes de octubre de 2003, cuando activistas escenificaron su apuesta acudiendo a registros civiles de Valencia y Madrid en una importante protesta. La misma dejó fotos de gran reconocimiento simbólico. Zerolo y Jesús Santos, junto con Gimeno y Boti García llevaron como testigos a Trinidad Jiménez e Inés Sabanés.
Un anteproyecto fue aprobado el 1 de octubre del año 2004, pero la Ley fue votada el 30 de junio del 2005. Un problema fue que, en medio de esta situación, parte del PP, obispos y organizaciones como el Foro de la Familia convocaron a una manifestación en contra del proyecto. Si bien es cierto que esa vez la manifestación fue muy concurrida, no logró torcer las voluntades del gobierno. No obstante, generó un gran impacto sobre los militantes sociales por el odio que se podía observar y escuchar en las calles.
Avances y cuentas pendientes
El logro de la ley de matrimonio igualitario en España logró trazar el camino para nuevas ampliaciones de derechos. Una de las más importantes tuvo que ver con la sanción de la Ley 3/2007 que permitía la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas. En otros términos, se trató de una ley que posibilitaba el reconocimiento legal de la identidad autopercibida por las personas transexuales y transgéneros.
A pesar de esto, la ley sancionada en ese momento todavía patologizaba a las identidades disidentes, por lo que fueron requeridas distintas revisiones y modificaciones con el paso del tiempo. La reforma más reciente fue en el año 2017, buscando la despatologización del reconocimiento a la identidad y también la rectificación registral en menores de edad y en personas extranjeras residentes en España.
Pese a estos avances, algo que reconoce la FELGTB es que existe todavía un vacío legal en lo que respecta a situaciones vinculadas con la filiación de menores de edad. Existen todavía muchos derechos pendientes para el colectivo. Las parejas compuestas por dos mujeres, en la actualidad, son obligadas a casarse para que las dos puedan constar legalmente como madres en el registro civil de los niños. Esto constituye una actitud discriminatoria, puesto que se trata de un requisito que no es solicitado en igual manera a las parejas heterosexuales, que no tienen la obligación de contraer matrimonio para que se les reconozca estos derechos.
Por otro lado, otra cuenta pendiente tiene que ver con que la cartera básica de servicios sanitarios para que las mujeres tengan la posibilidad de acceder a los tratamientos de reproducción asistida en las entidades públicas deja afuera a muchas de ellas. En este sentido, la Federación de Gais, Lesbianas, Trans y Bisexuales ha denunciado en varias oportunidades que se deja afuera a todas aquellas mujeres que no tienen una pareja o a las parejas de mujeres lesbianas.
Esta cartera de servicios del sistema público de sanidad se va autorizando lenta y progresivamente por parte de las comunidades autónomas. No obstante, no se ha establecido todavía una directiva por parte del Estado Nacional para garantizar estos derechos.
Si bien es cierto que se han ido conquistando derechos desde la aprobación del matrimonio igualitario en España y que estos derechos se deben a la lucha incansable del colectivo en las calles y en todos los espacios públicos de militancia, todavía queda mucho por hacer. Son muchas las violencias que siguen viviendo las personas homosexuales, bisexuales e identidades disidentes en la actualidad y por las que es necesario continuar reclamando.